Mercado
Nos referimos a mercado al sitio específico
en donde se compran y se vende cosas. Esta definición no es incorrecta; pero
resulta demasiado estrecha. Cuando los economistas hablan del mercado de azúcar
o de petróleo, no están pensando específicamente en el sitio en que concurren
los compradores y vendedores de estos productos. Lo que tienen en mente son las
condiciones generales den producción, distribución y consumo de estos
productos.
Desde la perspectiva del economista Gregory
Mankiw, autor del libro “Principios de Economía”, un mercado es “un grupo de compradores y vendedores de un
determinado bien o servicio. Los compradores determinan conjuntamente la demanda
del producto, los vendedores y la
oferta.
Tipos de Mercados
Competencia
Perfecta: La primera condición necesaria para que
rija un mercado de competencia perfecta tiene que ver con el número y tamaño de
las unidades de producción y consumo. Es preciso que tanto las unidades de
producción (empresas) como las unidades de consumo sean numerosas y pequeñas en
tamaño. Esta condición asegura que cada unidad de consumo absorberá una porción
tan pequeña de la producción total que ningún consumidor podrá afectar el
precio del producto por iniciativa individual.
La segunda condición necesaria que exista
un régimen de competencia perfecta es que no haya impedimentos de ninguna clase
a la actividad económica en general. Esta condición presupone que el gobierno
no intervendrá en forma alguna que pueda afectar las decisiones en cuanto al
volumen de producción, las decisiones del consumidor o el precio del producto.
El principio de no intervención se extiende
no solo a la esfera gubernamental, sino también a las instituciones económicas
privadas, tales como las asociaciones de productores, los sindicatos obreros y
otras organizaciones influyentes. Descartando la posibilidad de que las instituciones
públicas y privadas influyan colectivamente en las decisiones económicas de las
unidades de producción y consumo, la producción, distribución y consumo son
procesos que se rigen por el libre juego de las fuerzas económicas del mercado.
En tercer lugar, un mercado de competencia
perfecta presupone completa libertad de movimientos de los factores de
producción así como de los artículos producidos. Los factores de la producción
se moverán con entera libertad hacia los mercados de precios más elevados. Así
también los consumidores podrán moverse hacia los mercados de precios más
bajos. Esta condición asegura un ajuste inmediato a cualquier cambio que ocurra
en las condiciones del mercado.
Una cuarta condición para un mercado de
competencia perfecta es la libertad de entrada y salida de las unidades de
producción a los sectores económicos. Esta libertad asegura que si las
condiciones económicas en un determinado sector son prosperas, se desarrollara
una corriente de capital de otros sectores económicos menos prósperos hacia el
sector mencionado. Nuevas empresas podrán entrar a cualquier sector industrial
si las condiciones son atractivas, así como abandonarlo si se tornan
desfavorables.
Finalmente, dicho mercado presupone
perfecto conocimientos de las condiciones del mercado. Los productores se
enteraran rápidamente de cualquier cambio en las mismas, y lograrán un ajuste
inmediato a la nueva situación. De igual modo, los consumidores tendrán
completa y rápida información de cambios en el precio del mercado. Esta
condición supone que ninguna unidad productiva podrá sacar ventaja a las demás
o que, a lo sumo, cualquier ventaja que una empresa logre sobre las otras será transitoria;
ya que estas llagaran a enterarse de las causas de la ventaja y,
consecuentemente, tomara las medidas necesarias para superar la situación.
Competencia
Imperfecta o Monopolística: En este prevalecen
todas las condiciones que hemos descrito para un mercado de competencia
perfecta, excepto la condición de que el producto sea homogéneo. La
característica esencial y distintiva de un mercado de competencia imperfecta es
precisamente la diferenciación del producto. Cada firma en la industria elabora
un producto que se diferencia en algo del producto de la demás firmas. A veces
esta diferenciación es más aparente que real, pero le da cierta distinción.
La importancia del elemento de
diferenciación es que induce en alguna forma a los consumidores a preferir el
producto de una empresa en particular por otras razones que no son las
diferencias en precios.
Otra diferenciación, en primer término se
señala el costo de transportación del cliente. Las diferencias en los costos de
su transportación pueden inducir a un consumidor a preferir comprar en los
mercados más cercanos. En segundo término, el consumidor puede ser inducido a
preferir el producto de una empresa en particular por la garantía de buena
calidad asociada con el prestigio de una casa comercial de reconocida
reputación. En tercer término, las
facilidades que brinda los servicios, buen trato, los términos del crédito,
entre otros, son elementos que pueden definitivamente inducir a una persona a
preferir el producto de una firma en particular en perjuicio de los demás que
compone la industria.
Oligopolio: Un mercado de oligopolios presupone un número reducido de firma
con una capacidad productiva lo suficientemente grande como para poder afectar
la producción total en ese sector industrial por acción individual. Puesto que
la capacidad productiva de cada firma constituye una porción substancial de la
producción total de ese sector individual, cada firma individual podrá afectar
el precio del mercado del producto mediante manipulaciones en el volumen de su
producción. Bajo condiciones de oligopolio, las firmas actúan en una relación
de independencia. Es decir, decisión tomada por cualquieras de las firmas que
compone el mercado afecta en tanto en grado a las otras firmas que casi seguro
será prontamente seguidas por las demás firmas. Otra condición de la situación
de oligopolio es la diferenciación del producto. La diferenciación puede ser
real o sencillamente imaginaria, pero lo más importante es que cada firma
pretende convencer a los consumidores de que se trata, en efecto, de productos
distintos. Como última condición, aunque los productos de cada firma son
distintos en algo, deben no obstante ser buenos sustituidos. De ahí que la
diferenciación no puede llegar al punto de hacer de los productos cosas
totalmente distintas.
Cuando el producto de un oligopolista es
tan parecido al producto de las demás empresas en el mercado que el consumidor
es indiferente en cuanto a cuál de los productos preferir, existe oligopolio
puro o perfecto. Cuando la diferenciación es suficiente para inducir a los
consumidores a preferir el producto de una firma al producto de los demás,
existe una situación de oligopolio diferenciado o imperfecto.
Monopolio: Existe una condición de monopolio cuando la producción de un
sector industrial está bajo el absoluto control de un solo producto. Esto es
precisamente lo que quiere decir monopolio, único productor. El concepto
monopolio presupone además de un solo producto para todo el sector industrial,
la usencia de sustitutos perfectos (o imperfectos) para el producto del
monopolista, el cual es claramente distinto a cualquier otro en la economía.
Los cambios en la producción y en el precio de todos los demás productos en la
economía no tienen efecto alguno en las decisiones del monopolista en cuanto a
precio y producción. El monopolista está, por así decirlo, solo en el mercado.
Se habla de una situación de monopolio imperfecto cuando, contrariamente a las
condiciones descritas arriba, la política en cuanto a precio y producción del
monopolista es muy sensible a la política de precio y producción de otros
productos, aunque estos sean de género distinto.
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